miércoles, 20 de junio de 2012


Una  mujer y su olla de miel

            Había una vez una mujer que un día fue al mercado con una olla de miel en la cabeza. Mientras iba por el camino, empezó a pensar que vendería la miel y que, con lo que le diesen, compraría una partida de huevos, de los cuales nacerían gallinas y que con el dinero que le diesen por las gallinas compraría ovejas, y así fue comprando y vendiendo, siempre con ganancias. Y pensando en esto, tropezó, la olla cayó sobre una señora, y se rompió en mil pedazos. La señora enojada, la miró amenazadoramente y se transformó en bruja; dijo unas frases extrañas y un agujero enorme y negro empezó a girar arriba de la mujer que llevaba la miel. Luego, el agujero, la atrapó, se la llevó y desapareció. La bruja dio media vuelta y se fue riendo.
            Al final, la mujer fue enviada a un pueblo con el que se encontró personas algo torpes como ella; pero allí, tuvo buenos amigos y hasta formó una familia que terminó gobernando al pueblo. Ella sintió que permanecía a ese lugar y que era más felíz allí que en donde vivía antes.

                                                       FIN